Uno
de los enterramientos más importantes de la prehistoria alicantina se encuentra expuesto en el Museo Arqueológico de Elda. Se
trata del cadáver de un niño de 3 años que fue inhumado en una de
las cuevas próximas al Peñón del Trinitario, poblado de la Edad del
Bronce que se encuentra en el Monte Bolón, monte muy cercano a la
localidad de Elda. Del niño del monte Bolón se conserva la mayor
parte de su esqueleto, pero lo que hace excepcional este
enterramiento de la Edad del Bronce es la conservación de una bolsa de esparto perfectamente tejida sobre la que descansaba el cadáver.
Pegado sobre la estera y en parte del cráneo del niño también se ha conservado parte del sudario de lino que envolvió el cuerpo del pequeño al ser enterrado. Es muy difícil que se conserven restos vegetales o de tejido de mucha antigüedad ya que es un material bastante perecedero que no suele aguantar el paso de los siglos. Y en el caso del enterramiento el niño del Monte Bolón estamos hablando de una inhumación fechada en el 1700 a.C. hace nada menos que 3700 años. Esto convierte a los tejidos de esparto y de lino encontrados en este enterramiento en una de las muestras más antiguas de trabajo textil de la Península Ibérica
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Pegado sobre la estera y en parte del cráneo del niño también se ha conservado parte del sudario de lino que envolvió el cuerpo del pequeño al ser enterrado. Es muy difícil que se conserven restos vegetales o de tejido de mucha antigüedad ya que es un material bastante perecedero que no suele aguantar el paso de los siglos. Y en el caso del enterramiento el niño del Monte Bolón estamos hablando de una inhumación fechada en el 1700 a.C. hace nada menos que 3700 años. Esto convierte a los tejidos de esparto y de lino encontrados en este enterramiento en una de las muestras más antiguas de trabajo textil de la Península Ibérica
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Cuevas del Monte Bolón - Fuente: Museo Arqueológico Elda |
El
hallazgo se produjo de forma fortuita en el año 1975 por Francisco
Castaños, miembro de la Sección de Arqueología del Centro
Excursionista Eldense. La cueva donde apareció el niño no fue la
única utilizada como lugar de enterramiento en el Monte Bolón. De hecho esta fue la
última que se descubrió, la número 9. En otras ocho cuevas
aparecieron restos humanos y ajuares también de la Edad del Bronce.
Seguramente los enterrados en las covachas vivieron en el
cercano poblado de la Edad del Bronce el Peñón del Trinitario,
espolón rocoso que destaca en una de las laderas del monte Bolón.
El
hallazgo de la estera de esparto y los restos del sudario de lino no
fue lo único que sorprendió a los descubridores y arqueólogos. El
niño tenía signos de momificación y además estaba acompañado de
un ajuar con elementos vegetales (ramas secas, semillas de
cereales, bellotas) y algunos restos de fauna. Entre los elementos
vegetales destaca la presencia de bellotas. En esta época se piensa
que las bellotas eran parte importante en la dieta de la gente de la
Edad del Bronce. Es como sí el pequeño cadáver fuera acompañado
por esa ofrenda alimenticia para que no pasará hambre en el más
allá. Si valiosa es la conservación de textiles antiguos también es
muy valioso en el enterramiento del niño del Monte Bolón la muestra
de estas prácticas rituales funerarias de la Edad del Bronce. ¿Las
ramas secas que acompañaban al niño serían para hacer fuego en el
más allá y proteger al pequeño del frío? Quizás, pero lo
encontrado sólo nos da pistas. Pero estas pistas que nos acercan a la espiritualidad de las comunidades prehistóricas es mucho más de lo
que ofrecen la mayoría de los hallazgos funerarios de esta
antigüedad.
No
sabemos quién era este chaval al que se ha estimado una edad de unos
3 años. Pero lo cierto es que sus familiares o allegados se
preocuparon de depositarlo con sumo cuidado en la cueva funeraria
sobre la cesta de esparto a modo de pequeña cama. Lo momificaron y
lo recubrieron con un sudario de lino y realizaron un ritual donde no
faltó alimento para el más allá y ofrendas para el gran
viaje. Esto hace pensar que era un niño muy querido o muy
importante. Seguramente ambas cosas. Probablemente pertenecía a una de las familias más prominentes dentro de
la comunidad.
Disposición en que fue encontrado el niño del Monte Bolón. Fuente: Museo Arqueológico de Elda |
En
el Museo arqueológico de Elda nos espera este hallazgo de primera
magnitud en la prehistoria española. El niño del Monte Bolón
descansa en una vitrina especial que costó 7.000 euros y permite
mantener en el mejor estado, con las condiciones idóneas de temperatura y humedad, los valiosos tejidos que se encontraron
en el enterramiento.
Exposición del Niño del Monte Bolón en el Museo Arqueológico de Elda |
Nunca
sabremos como se llamaba el niño del Monte Bolón. Hoy quizás le
bautizarían como Antonio en honor a San Antón, el patrono de Elda.
Curiosamente también el que más sabe de este enterramiento se
llama Antonio, Antonio Poveda, director del Museo Arqueológico de Elda y gran investigador y valedor del rico patrimonio eldense.
Tras
el frío cristal de la vitrina del museo arqueológico, el pequeño
Antonio, así llamaremos al niño del monte Bolón, nos sigue
transmitiendo esos sentimientos de dolor y ternura que generó su
muerte. Seguramente sus padres lo enterraron siguiendo un ritual que
buscaba perpetuar su recuerdo y asegurarle la eternidad. No podían
sospechar que en el siglo XXI se estuviera hablando y escribiendo de
su hijo. No podían suponer que el pequeño Antonio fuera a la postre
el más conocido de su tribu o clan. De alguna manera consigueron
cumplir ese deseo de eternidad para su hijo que ahora forma parte
para siempre de la Historia de Elda.
- Museo Arqueológico de Elda
- Museo Arqueológico de Elda
Bibliografía:
Soler
Díaz, J. A., et alii, (2008), "Sepultura infantil de la Edad
del Bronce de Monte Bolón. Un proyecto de investigación del Marq a
propósito de la exposición Elda. Arqueología y Museo", Elda.
Arqueología y Museo. Museos Municipales en el MARQ (Catálogo de la
Exposición), Alicante, pág.38-59.
© Julio Asunción
© Julio Asunción
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