- Ir a la primera parte de este artículo: Castellar de Meca, murallas y fortificaciones.
La red viaria de la ciudad ibérica de El Castellar de Meca es impresionante. Se conserva la vía principal de entrada al poblado y también varios tramos de vías secundarias. En total superan el kilómetro y medio de caminos.
Plano de los caminos del Castellar de Meca según Broncano y Alfaro.
La vía principal del poblado puede seguirse a lo largo de centenares de metros, desde el exterior del poblado hasta la zona más alta del mismo.
La vía principal es una gran obra de ingeniería. Se calculó perfectamente su trazado para superar con una pendiente reducida los más de 100 metros que separan el llano del poblado y así hacerla apta para el tránsito de carros.
El paso de miles y miles de carros a lo largo de los siglos ha dejado su huella en las profundas rodadas producidas por el roce de los refuerzos metálicos de las ruedas.
La parte mas espectacular del Castellar de Meca es el llamado Camino Hondo. Es el tramo de la vía principal que se encuentra entre la puerta principal de entrada el poblado y la meseta superior. El lugar más impresionante es donde la vía principal hace un giro de 180 grados hacia la derecha. Para no aumentar la pendiente el camino se excavó en la roca hasta una profundidad que supera los cuatro metros.
Atravesar el Camino Hondo es una sensación especial. Es sumergirse en la Historia contemplando una huella espectacular y única del pasado. El Camino Hondo es una muestra de la avanzada capacidad de los íberos para la realización de obras públicas. Una curiosidad: en algunos puntos del trazado podemos ver unos entalles o agujeros en la roca a los lados de la calzada. Eran para colocar travesaños en las zonas de desnivel para fijar el avance de los carros y que no resbalaran hacia atrás con la pendiente.
Los caminos del Castellar de Meca son prueba de la importante actividad comercial de la que fue centro la ciudad ibérica de El Castellar de Meca y dan muestra de la importancia que debió tener este oppidum ibérico.
Otro de los atractivos del Castellar de Meca son el más de un centenar de aljibes que se distribuyen por el yacimiento. Uno de ellos, ubicado junto a la vía principal, es el más grande que he visto nunca entre los centenares de yacimientos arqueológicos que llevo visitados. Es el aljibe llamado El Trinquete. Tiene 29 metros de longitud por 5 metros de anchura y una capacidad de dos mil metros cúbicos.
Aljibe El Trinquete
Ya hemos comentado en la primera parte de este artículo que Broncano identifica a la ciudad ibérica de El Castellar de Meca con la Pucialia de Ptolomeo. Miguel Cortés, en su Diccionario geográfico-histórico de la España antigua, dice que Pucialia es la degeneración de la palabra latina Putealis, pueblo de pozos. Puede ser que el gran número de aljibes y pozos del Castellar de Meca hiciera que los romanos dieran este nombre a la ciudad ibérica.
En la meseta donde estaban las casas del poblado podemos ver restos de muros derrumbados. Muchos pertenecen a la ocupación musulmana del cerro. De tiempos de los íberos quedan algunas casas semiexcavadas en la roca de la montaña.
- Continuación: Castellar de Meca, acrópolis y Cueva del Rey Moro.
Hola
ResponderEliminarWhy is the site not on Google Maps?
You can see this map link:
Eliminarhttps://drive.google.com/open?id=1kq8_QItKwiaMLewMINuAADB_KWs&usp=sharing
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