- Ir a la primera parte del artículo: Castellar de Meca (1/4) murallas y fortificaciones.
- Ir a la segunda parte del artículo: Castellar de Meca (2/4) red viaria y aljibes.
En la meseta donde estuvieron las casas del poblado ibérico del Castellar de Meca hay una zona más elevada, en la parte más occidental del cerro. Se pueden apreciar restos del derrumbe de una muralla que separaba esta zona del resto del poblado. Es muy posible que la muralla proceda de la primera ocupación del Castellar de Meca. Se cree que en esta zona pudo haber un castro de la Edad del Bronce.
Vía principal con la acrópolis al fondo
Seguramente en esta zona más elevada estaba la acrópolis del poblado ibérico. Hay que recordar que los iberos no formaban un grupo unificado bajo un mando único. Se estructuraban en ciudades-estado, muchas veces enemigas entre sí. El Castellar de Meca fue una de estas ciudades. Lo más probable es que en esta zona de la acrópolis residiera el jefe o regulo que mandaba en la ciudad y los miembros de la jerarquía dominante (nobles, sacerdotes, etc).
También se cree que posteriormente hubo aquí un castellum romano, una fortificación para la vigilancia de este territorio.
Desde la zona de la acrópolis se tienen unas extensas panorámicas de parte del territorio que dominó la ciudad ibérica de El Castellar de Meca. Se cree que el territorio que controló este oppidum llegaría desde los llanos de Alpera y Almansa hasta Caudete.
Al norte de la acrópolis, en la ladera oeste, hay un gran abrigo rocoso de 80 metros de largo que es conocido como la Cueva del Rey Moro. Se ha interpretado este abrigo como una cueva-santuario, un lugar sagrado donde los iberos que vivían en la ciudad realizaban sus rituales. El abrigo está orientado hacia el oeste, hacia la puesta de sol, con el simbolismo que ello conlleva.
Entre la acrópolis y la Cueva del Rey Moro se construyeron en el siglo XX unas escaleras para acceder al poblado más rápidamente desde el llano donde está el aparcamiento. Cerca de estas escaleras hay otro gran aljibe, en una pequeña explanada de la ladera.
¿Cómo fue el fin de la ciudad ibérica? Fue conquistada por los romanos cuando dominaron esta zona de la antigua Iberia, hacia el siglo II a.C. Aunque no hay constancia escrita de la toma de la ciudad, de este momento ha quedado una curiosa prueba del asedio. En la puerta principal de la ciudad vemos unos grandes sillares de piedra que cortan transversalmente las rodadas de la calzada. Estos sillares son la base de un muro que construyeron aquí los pobladores de la ciudad cuando estaba siendo asediada por los romanos. Era la manera de sellar la puerta que era el lugar más vulnerable de la ciudad y donde seguramente se concentraron los ataques de las tropas romanas. Tras la toma de la ciudad no volvió a haber tráfico rodado en la ciudad, como atestigua la falta de rodadas sobre los sillares que sellaron la puerta.
Sillares que sellaron la entrada principal del poblado
Hoy reina el silencio en el Castellar de Meca pero podemos imaginar a la vista de la muralla ciclópea y de la puerta de entrada de la gran ciudad ibérica esos momentos dramáticos en qué llegó a su fin la que debió ser una de las principales ciudades del mundo ibérico.
- Continuación: Consejos para la visita al Castellar de Meca
Para saber más:
- BRONCANO RODRÍGUEZ, Santiago, ALFARO ARREGUI María del Mar: Los caminos de rueda de la ciudad ibérica de "El Castellar de Meca" (Ayora, Valencia)
- LORRIO ALVARADO, Alberto: El Castellar de Meca: anatomía de un oppidum ibérico.
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