Edeta fue una de las principales ciudades íberas. No era el típico poblado íbero que no alcanzaba el medio centenar de casas como es habitual que veamos en nuestras visitas a los yacimientos arqueológicos de esta cultura. La ciudad íbera de Edeta tenía centenares de casas dispuestas en varios barrios que ocupaban buena parte el Tossal de San Miquel, el monte que se alza sobre la localidad valenciana de Llíria.
Edeta era la capital de la Edetania, uno de los territorios en que se dividían los íberos. Desde finales del siglo V a.C. Edeta controló política y económicamente un extenso territorio que comprendía otros poblados más pequeños que creaban una red de explotación de los recursos del entorno (agrícolas, ganaderos, forestales y mineros).
Hay que decir que lo excavado es sólo una pequeña parte de lo que debió ocupar la ciudad. La antigua Edeta se extendía desde la cima y el caserío se desparramaba por las laderas. Es decir, el santuario de San Miguel está sobre parte del antiguo poblado ibérico. No sería de extrañar que el actual santuario sustituyera a un antiguo templo. Podemos hacernos una idea de la extensión original de la ciudad íbera viendo los muchos restos de muros que podemos ver en las laderas fuera del recinto vallado del yacimiento excavado.
Las casas se edificaban sobe amplias terrazas artificiales que se adaptaban a las curvas de nivel del terreno. En el yacimiento podemos ver casas, calles y escaleras que comunicaban con los pisos superiores.
Las casas se adosaban a la pared de cerro. Se han conservado los zócalos de piedra sobre los que se levantaban las paredes de adobes que se han perdido. Tampoco se conservan los techos que debieron ser construidos mediante un entramado de vigas y ramas que se impermeabilizaba con una gruesa capa de barro.
En algunas de las casas excavadas podemos ver los restos de estructuras que eran usadas para la producción y la transformación de alimentos. Así, se han conservado las bases de piedra sobre las que se montaban molinos rotatorios o restos de hornos domésticos.
Otro gran atractivo de la visita a Edeta son las excelentes panorámicas que ofrece. Desde Edeta se alcanza a ver Valencia y el histórico castillo de Sagunto, que en su día también perteneció al territorio edetano.
La visita a Edeta debe completarse con la sala dedicada a este yacimiento en el Museo de Prehistoria de Valencia. Allí se exponen varias de las cerámicas íberas que han hecho famoso a esta ciudad íbera. En este yacimiento apareció el más importante conjunto cerámico de la cultura ibérica. Además de por su calidad y belleza son una fuente excepcional sobre los modos de vida y las creencias de la sociedad jerarquizada de los íberos. En su decoración vemos combates, fiestas, celebraciones religiosas.
La decadencia de la ciudad empezó con las guerras púnicas y con la injerencia de cartagineses y romanos en territorio levantino. Su fin llegó en el 76 a.C. El general Sertorio, asedió y destruyó la ciudad de Edeta en el contexto de la guerra civil que le enfrentó a Pompeyo en la Península Ibérica. Con la dominación romana la antigua ciudad ciudad íbera fue abandonada y la población se trasladó al llano, donde hoy se levanta la actual población de Llíria. Este cambio de ubicación de la población posibilitó la conservación de parte de la antigua Edeta íbera, que hoy, tras años de excavaciones, podemos contemplar.
Para visitar el yacimiento arqueológico hay que solicitar previamente la llave en la oficina de turismo de Llíria mandando un correo electrónico. La dirección de la oficina de turismo es: lliria@touristinfo.net . Aprovecho para manifestar mi agradecimiento a los integrantes de la oficina de turismo por la excelente atención recibida cuando visité Llíria.
El yacimiento está preparado con paneles informativos que facilitan la interpretación de las estructuras conservadas.
Se puede acceder por carretera hasta lo alto del Tossal de San Miquel. Se deja el coche junto al santuario de San Miguel de Llíria y desde allí un corto camino lleva hasta el yacimiento.
Esta ruta arqueológica se puede contemplar visitando los otros yacimientos arqueológicos habilitados para la visita que tiene el municipio. Es ejemplar el modo en el Llíria ha puesto en valor su patrimonio arqueológico. Los mausoleos romanos son parte de la Edeta romana que sustituyó a la Edeta íbera. El Castellet de Bernabé es uno de los caseríos fortificados que explotaban la riqueza agrícola del territorio edetano. El puntal dels Llops está en el cercano municipio de Olocau. Es una de las fortificaciones íberas que ayudaba al control de la Edetania.
Más información sobre Edeta:
Bonet Rosado, H. “El Tossal de Sant Miquel de Llíria: la antigua Edeta y su territorio”
© Julio Asunción
julioasuncion@hotmail.com
¿Por qué dice el título "Rutas arqueológicas por Alicante"? Liria es provincia de Valencia, supongo que será un error a corregir. Un saludo
ResponderEliminarEl blog está principalmente dedicado a yacimientos arqueológicos en la provincia de Alicante. Esta fue una escapada a la Edetania.
EliminarEntonces, ¿no está debajo de la actual Liria?. ¿Hay un punto más alto que el actual monasterio de San Miguel?
ResponderEliminarLa antigua Edeta Ibérica estaba en la cima y las laderas del monte donde se encuentra el santuario de San Miguel.
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