En esa ruta nos vamos a acercar a lascanteras de Ferriol. De
estas canteras se cree que salió el bloque de piedra donde se
esculpió la famosa Dama de Elche, joya de la arqueología ibérica.
De las canteras de las sierras del norte de Elche también se extrajo
la piedra con la que se construyeron muchos de los monumentos de la
ciudad de Elche. El estudio de estas canteras ha avanzado enormemente gracias a la
colaboración hispano-francesa y al proyecto llevado adelante por
Jesús Moratalla Jávega. Gracias a sus trabajos hoy sabemos mucho más sobre el aporvechamiento de estas canteras y su prolongado uso a la largo de la historia.
En la ruta también vamos a visitar El Cau, un curioso enclave
cercano a la cantera ibérica. Allí veremos el trabajo artístico
de Mariano Ros. Animado por su afición al trabajo de la piedra y por
su amor a Elche ha esculpido su interpretación a escala de varios
monumentos y esculturas relacionadas con Elche entre otros motivos. Las esculturas de Mariano Ros también nos va a recordar
esa atracción y esa relación tan íntima del hombre con la piedra
que de alguna manera es la traslación de esa simbiosis hombre-Tierra
que nos ha hecho lo que somos.
Una de las esculturas de Mariano Ros en el Cau
Una de las rodadas de las canteras
Además recorreremos las sierras de Les Pedreres y Peligros. Son canteras que abastecieron de piedra a Elche y que conservan muchos
restos de rodadas o carriladas. Las carriladas son las huellas que han ido quedando
grabadas en la dura roca por el trasiego de los carros que
transportaban la roca durante años o incluso siglos. No sabemos su antigüedad
pero es posible que el origen de algunas de ellas este también en
tiempos iberos.
En definitiva esta es una ruta muy completa, que mezcla la
arqueología de un yacimiento arqueológico de inusual tipología
(una cantera ibera), con un curioso museo al aire libre (El Cau y las
esculturas de Mariano Ros) y recorre los montes cercanos a Elche
(sierras de Les Pedreres y de Peligros). Estas sierras nos ofrecerán
por un lado el conocimiento de la explotación antigua de las
canteras y por otro extensas panorámicas desde sus cotas más altas.
Km. 0,00.- Dejamos el coche junto a las primeras casaS de la
urbanización Bonavista. Podemos aparcarlo en la calle Balones.
Volvemos a salir de la urbanización y cogemos la carretera que en
dirección norte pasa por delante de la entrada a la urbanización.
Km. 0,280.- Llegamos junto a dos señales: “cuidado con el ganado”
y velocidad máxima 60 Km/h 30S x=703558 y=4241713. A la
izquierda vemos que nace un sendero entre unos árboles. Tenemos que
tomarlo. El sendero comienza en dirección oeste y se interna por un
barranco.
Km. 0,790.- Llegamos a una zona rocosa en el lecho del barranco que
acaba junto a una carretera que pasa junto a una finca con vallado
negro 30S x=703293 y=4242001. Cruzamos la carretera y
tomamos un sendero que rodea la finca por su lado derecho y que
continúa por el barranco.
Primeras rodadas
Km. 0,920.- Encontramos los primeros restos de rodadas de carros en
el mismo lecho del barranco30S x=703235 y=4242121. Seguimos
con el barranco y vamos viendo más restos de rodadas.
Km. 1,120.-Pasamos junto a un gran abrigo orientado al este 30S
x=703117 y=4242239. Sus condiciones de habitalibidad son
bastantes buenas. Quién sabe si pudo estar habitado en la
prehistoria. No me consta que se haya excavado ni investigado.
Gran abrigo rocoso
Km. 1,580.- Seguimos subiendo el barranco. Volvemos a ver carriladas
30S x=702866 y=4242490.
Km. 1,920.- .Empezamos atravesar los frentes de cantera de la sierra
de Peligros 30S x=702728 y=4242581.
Km. 2,330.- En el mismo cauce del río vemos una gran cazoleta
artificial donde van a morir dos canalillos 30S x=702397
y=4242609. ¿Podría ser antigua? Recuerda, en grande, el tipo de
cazoletas que hemos visto en algunos poblados de la Edad del Bronce
como, por ejemplo, el Cantalar de Tibi. Por su ubicación en el
entorno de las canteras es más probable que esta cazoleta estuviera
hecha para acumular agua para que pudieran beber los animales que
arrastraban las carretas.
Gran cazoleta en el barranco de la sierra de Peligros
Podemos decir que en la zona de la cazoleta acaban las canteras de la sierra de Peligros.
Km. 2,980.- Después de haber seguido por el barranco en un paisaje
bastante seco entramos en una pinada 30S x=701964 y=4242968.
Al fondo vemos el punto más alto de esta sierra.
Allí vamos a subir.
Km. 2,980.- Siguiendo siempre el barranco llegamos a una bifurcación
en la parte alta del mismo 30S x=701893 y=4243139. Aquí
seguimos por el ramal del barranco de la izquierda. En unos metros
llegamos a una pista de tierra. Seguimos a la derecha.
Km. 3,330.- Bifurcación de pistas. Nosotros seguimos recto 30S
x=701893 y=4243139.
Km 3,530.- La pista acaba en una pequeña plataforma en la base de
alto que corona la sierra 30S x=701746 y=4243413. Desde
aquí subimos campo a través a la cima.
Km 3,680.- Llegamos a la cima 30S x=701751 y=4243529. Hay
unas vistas espectaculares desde aquí se ve las sierras de Callosa y
de Orihuela, el mar, Elche y los llanos donde se sitúa la ciudad
ibera de la Alcudia. También se divisa Alicante y la sierra de
Fontcalent. A lo lejos, hacia el norte, el emblemático Puig Campana,
Aitana, el Cabezo d'Or, etc.
Panorámica desde la cima de la sierra Peligros
A tan sólo 400 metros al noroeste desde esta cima vemos otro mote más bajo. Si nos fijamos bien veremos que en su cima hay una pequeñas canteras. Son las canteras de Ferriol. Allí está la cantera que fue excavada por Jesús Moratalla y que se cree puede tener un origen ibérico.
Tras disfrutar de las panorámicas desde el punto más alto de la sierra de Peligros volvemos a bajar a la pequeña explanada desde la que emprendimos el ascenso final a la cima. Ahora tenemos que bajar hacia el paraje de Ferriol. No hay camino claro. Tendremos que bajar por la ladera hacia el oeste buscando contactar con la pista asfaltada que discurre por el valle.
Km. 4,030.- Llegamos a la pista asfaltada 30S x=701647 y=4243373. Seguimos la pista a la derecha.
Km. 4,300.-Bifurcación de pistas asfaltadas 30S x=701617 y=4243637 . A la izquierda vemos la señalización que indica dirección a "El Cau, otro mundo", junto a otra que señala la continuación del Camino de Santiago del sureste. Seguimos en dirección a El Cau 30S x=701617 y=4243637. Para los que prefieran acercarse a este lugar en coche a la derecha hay una explanada donde se pueden dejar los vehículos.
Indicación hacia El Cau y las esculturas de Mariano Ros
Pocos metros más adelante acaba el camino asfaltado junto a la
puerta de una finca y seguimos por una pista de tierra. A la
izquierda vemos ya la parte trasera de las canteras antiguas en lo
alto del monte.
Km. 4,650.- Después de que la pista de una curva de 180 grados
llegamos a un collado con varios caminos 30S x=701447 y=4243815. Nosotros en vez de
coger cualquiera de estos caminos más marcados salimos del cruce por
la izquierda, en dirección sur, para subir a las canteras antiguas.
Km. 4,760.- Llegamos a las canteras. La segunda es la que fue excavada 30S x=701443 y=4243724. De estas canteras pudo salir el bloque de piedra de la Dama de Elche. En el siguiente enlace tienes información completa sobre este yacimiento arqueológico:
Las pequeñas canteras están horadadas en la cima del monte. Podemos ver el gran foso de la excavación arqueológica y las marcas de los bloques de piedra extraídos.Hay que tener cuidado al acercarse al borde pues son varios metros de profundidad. En las
paredes de la cantera podemos ver también las marcas de las herramientas que se utilizaron para extraer la piedra. Desde la cantera se ve el mar y el campo de Elche.
Marca herramientas en las paredes de la cantera de Ferriol
Km. 5,100.- Volvemos al cruce de caminos del collado. Seguimos unos metros a la izquierda pero enseguida nos desviamos a la derecha en dirección a El Cau 30S x=701423 y=4243852.
Km. 5,200.- En el camino nos encontramos son las esculturas de la milagrosa y de San Pascual Bailón de Cándido, otro escultor discípulo de Ros 30S x=701488 y=4243877 .
Dos de las esculturas de El Cau
Km. 5,320.- Llegamos a El Cau, un curioso museo de escultura al aire libre. Allí veremos esculturas de Mariano Ros y Cándido. Desde un elefante y un cocodrilo a homenajes a las mujeres y a los canteros. Veremos la interpretación de Ros de la Dama de Elche. Y también varios
monumentos de Elche como la iglesia de Santa
María. Tampoco podía faltar el palmeral de Elche.
Km. 6,500.- Regresamos a la explanada desde donde antes hemos subido a la cima de la sierra de Peligros. Ahora tomaremos un pequeño sendero que hay al este de la explanada para volver al cordal de la sierra 30S x=701781 y=4243424 .
Km. 6,640.- Llegamos al cordal de la sierra 30S x=701816 y=4243453. Lo vamos a seguir en dirección sureste disfrutando de unas excelentes panorámicas. El cordal es un gran mirador de más de un kilómetro de recorrido. Vemos desde aquí buena parte de la costa alicantina.
En el cordal de la sierra de Peligros
Las sierra de Peligros y el cordal quedan cortados por una carretera que vemos más abajo. Hay que bajar a la carretera.
Km. 8,00.- Llegamos a la carretera. La cruzamos y tomamos un sendero que pronto se convierte en un ancho
camino 30S x=702957 y=4243024 . Nos adentramos en la sierra de les Pedreres para ver las carriladas de las canteras de San Antón.
Km. 8,160.- Nos desviamos de esta ancha pista por la izquierda
por un sendero que se interna por el cauce de un
barranco.
Km. 8,330.-De nuevo volvemos a ver rodadas de carros impresas en la roca 30S x=703142 y=4242944.
A partir de aquí entramos en la zona donde mejor se
ven las carriladas. Se pueden seguir durante varios centenares de metros. No se sabe a ciencia cierta la cronología de estas carriladas. Son muy parecidas a las de la sierra del Porquet, junto a la ciudad de Alicante. Pero aquí están mucho mejor conservadas. Lo que no cabe duda es que estas canteras han sido explotadas desde antiguo. Para saber más sobre este tipo de calzadas puedes consultar este artículo del blog donde trato sobre el asunto: - Hipótesis sobre la antigüedad de la calzada de la sierra del Porquet.
Carriladas de las canteras de San Antón
Km. 9,030.- Llegamos a dos grandes hitos de piedra que marcan
del comienzo de la senda de los gemelos. En uno de los sitios hay una pequeña reproducción de
la Dama de Elche. Ignoramos el desvío y seguimos recto siguiendo el barranco. Unos metros más adelante vemos el último tramo visible de rodadas.
Pequeña dama de Elche al comienzo de la senda de los gemelos
Km. 10,180.-Salimos a la carretera muy cerca del cruce cercado cercano
a la urbanización Bonavista donde nos desviamos al
comienzo de la ruta 30S x=703577 y=4241766.
Km. 10,500 .-Siguiendo la carretera hacia el sur enseguida llegamos a la urbanización donde hemos dejado el coche. La ruta ha durado cuatro horas y media con las paradas incluidas.
La piedra es eterna. Las esculturas y los monumentos construidos con
ella aguantan cómo ningún otro material el paso de los siglos.
También la piedras hablan de las sociedades que las tallaron. Los
arqueólogos “escuchan” a las piedras. Las piedras en muchos casos son los únicos testigos
para estudiar a aquellos pueblos que nos antecedieron y de los que no tenemos documentos escritos. Y en en las canteras de El Ferriol los huecos que dejaron esas piedras en
las laderas del monte al ser extraídas, también nos van a hablar de
historia. Las canteras de El Ferriol se encuentran al norte de la ciudad de Elche, a menos de seis kilómetros de la iglesia de Santa María.
De las canteras de estas sierras del norte de Elche procede la piedra con la que se
construyó el monumento más emblemático de Elche, la iglesia de
Santa María. Pero también de estas canteras que se encuentran a tan
sólo unos kilómetros de Elche salieron las piedras que construyeron
la importante ciudad de la Alcudia, una de las ciudades más
importantes del mundo íbero que fue luego la ciudad de Illici, la
más importante del mundo romano en la provincia de Alicante.
De las canteras de El Ferriol se extrajo piedra en tiempos de los
íberos y los romanos y no sólo para los monumentos sino también
para las esculturas. Es más, de las canteras de El Ferriol se cree
que es la piedra con la que se hizo la escultura más famosa y
valorada de la arqueología española, la Dama de Elche.
En el año 2005 se descubrió muy cerca de una de las canteras de El
Ferriol los restos de varias esculturas antiguas. Una de ellas era el
esbozo la escultura de un guerrero ibero claramente encuadrable en
los siglos VI-V a.C, el guerrero de El Ferriol. Una escultura que en
dimensiones y técnica guarda cierta familiaridad con la Dama de
Elche. Además tambíen en las proximidades había aparecido cerámica
ibera. Todo hacía pensar que las canteras de El Ferriol habían sido
explotadas por lo íberos de La Alcudia.
Busto de Ferriol. Fuente: ver bibliografía
Jesús Moratalla Jávega dirigió a un equipo de arqueólogos que
excavó la cantera cercana a la aparición de la escultura. Se pudo
ver la forma un tanto anárquica con la que era extraída la piedra,
sacando los bloques según las necesidades y con una técnica de
corte mucho menos planificada y uniforme que en las canteras de
explotación moderna. En la excavación sólo apareció un trozo de
cerámica de los siglos XIV o XV que indicaba que la cantera ya había
sido abandonada ya en época bajomedieval. Pero la cantera entonces
podía ser medieval, romana o ibera. La primera opción se descartó
ya que no aparecieron cerámicas Islámicas no sólo en la cantera,
sino también en los alrededores. Tampoco parece que sea una cantera
romana ya que las canteras romanas tenían una mayor planificación
del trabajo y de los frentes de talla, lo que no se da en la cantera
de El Ferriol.
Otro detalle muy importante es la metrologia de los bloques de piedra
sacados de la cantera. Según el investigador y arqueólogo Javier
Moratalla los bloques parece que tienen como medida base el codo
semita, metrología usada por los íberos.
Por todo esto es es muy probable que el comienzo de las excavaciones
en el Ferriol , y en concreto en la cantera excavada, se produce en
tiempos ibéricos.
En la cantera podemos ver la profunda cata que llega a los niveles de
base de la misma. En las paredes ha quedado la huella de los bloques
extraídos y en las paredes la de los picos y herramientas
utilizadas.
Cata arqueológica de la cantera de Ferriol
De estas canteras salió seguramente el bloque de piedra que luego se
convirtió en la hermosa y misteriosa Dama de Elche, la obra más
famosa de la arqueología española. No podemos saber si fue de la cantera ibera que ha sido excavada por Moratalla Jávega. Pero podemos imaginar que sí. De hecho es posible. Por eso podemos bautizar llamar a estas cantaras, como ya hicieron los que la estudiaron "las canteras de la Dama de Elche".
Muy cerca de las canteras ibéricas se encuentra el paraje de El Cau.
Es un museo al aire libre donde el artista y cantero Mariano Ros ha
creado una colección de esculturas relacionadas en su mayor parte
con Elche. Es como si el Cau fuera también un homenaje a esos
canteros y escultores iberos que crearon a la Dama de Elche y a la
vez la continuación del arte de la cantería por este artista
enamorado de la piedra y de su pueblo, Elche. Y allí, en el Cau
podemos ver la versión que Mariano Ros ha hecho de la famosa dama
íbera.
La Dama de Elche de Mariano Ros
En el siguente enlace tienes una ruta que te llevará a la cantera
ibera, al paraje de el Cau y recorre las sierras de la Pedrera y
Peligros donde veremos además muchos tramos de rodadas de difícil
cronología pero que también pueden tener un origen antiguo.
- Las canteras de Ferriol (Baix Vinalopó, Elche), un singular proyecto
multidisciplinar de investigación histórica. Jesús Moratalla Jávega, Piere Rouillar, Laurent Costa. Marq, arqueología y museos, ISSN 1885-3145, Nº. Extra 1, 2014 págs. 292-297
- Un boceto de escultura ibérica en las canteras de la Dama de
Elche. El busto de El Ferriol (Elche, Alicante) Cyril Gagnaison, Christian Montenat, Jesús Moratalla, Pierre
Rouillard y Elisabeth Truszkowski
La sierra de Crevillente es sumamente rica en yacimientos
arqueológicos. El más conocido e importante es el yacimiento de
Peña negra, que ha sido identificado con la antigua ciudad de Herna.
En este enlace tienes información sobre Peña negra. Herna / Peña
Negra fue habitada entre los siglos IX y VI a.C. Es un yacimiento
arqueológico imprescindible para comprender la gestación de la
cultura ibérica. El Castellar Colorat es uno de los enclaves
ibéricos que recogieron el legado de Peña negra.
El Castellar Colorat se encuentra en la cima del monte del mismo
nombre que alcanza una altura de 475 m. Este monte es inaccesible en
sus vertiente norte y oeste, lo que facilitaba su defensa. Su cima se
encuentra a 170 metros de altura sobre el cauce de la rambla,
levantándose como una atalaya rocosa sobre el entorno del yacimiento
de Peña Negra.
El Castellar Colorat desde el oeste
Por otra parte el Castellar Colorat es el yacimiento íbero más
importante de la sierra de Crevillente. Ello se debe
sobre todo a las fortificaciones que se conservan en la cima del
monte, donde destaca una gran torre cuadrangular que alcanza los
cuatro metros de altura (ver foto al comienzo de de este artículo). Seguramente esta torre da nombre al monte y
al yacimiento arqueológico debido a la piedra de tono rojizo con la
que está levantada, tono que se hace más patente con la luz del
atardecer. El yacimiento arqeuológico del Castellar Colorar se ha datado en los siglos V- IV a.C. si bien es muy probable que el lugar estuviera
ocupado hasta la llegada de los romanos. De hecho en las inmediaciones
del yacimiento apareció un denario de plata romano de época
republicana.
Se ha considerado que el Castellar Colorat, debido a la
relativamente escasa superficie de la cima protegida por esa gran
torre y la muralla adyacente (unos 1.200 metros cuadrados), podía ser una fortificación de
control del territorio,una atalaya. Pero es muy probable que la zona
cimera fortificada fuera la acrópolis de un poblado, del
cual podemos restos en los muchos muros que la ladera sur y oriental
del cerro que se conservan todavía en pie. Todavía no podemos
concretar la cronología de estos muros. Podrían ser también
construcciones del poblado orientalizante de Peña Negra. Pero
también es muy probable que tras la desaparición de Peña Negra se
creará décadas después un poblado ibérico en esta ladera coronado con una
acrópolis que ocupaba la cima del monte.
La gran torre está acompañada por otra torre más pequeña en
altura (1,5 metros aproximadamente) con la que forma una entrada de
aproximadamente 3 metros y medio de ancho. Aunque González Prats
propuso que ambas torres eran ibéricas, parecen haber sido
construidas en diferentes periodos debido al distinto trabajo de las
piedras con las que cada una ha sido construida. Así, la que
llamamos gran torre, está levantada con piedras más grandes y
menos trabajadas, sin desbastar. Es posible incluso que esta gran
torre fuera parte de una antigua fortificación de tiempos anteriores
a los ibéricos, de la Edad del Bronce o del periodo orientalizante,
es decir, que fuera parte de una fortificación que ocupara esta cima
en tiempos en que la ciudad protohistórica de Herna estaba ocupada.
La entrada del Castellar Colorat desde lo alto de la gran torre
En cambio los sillares con los que está construida la otra torre que
forma la entrada del Castellar Colorat son más
pequeños y mejor trabajados, de mampostería regular. Esto se puede
deber a que la primitiva fortificación fuera modificada en un
periodo posterior, quizás ya en el siglo III. Puede ser que la
defensa de la acrópolis fuera reforzada en los comienzos de la
conquista romana de la zona levantina o en algún otro momento en que
se viera necesario aumentar la seguridad del lugar. La muralla que
continúa esta segunda torre está construida con este mismo tipo de
sillares.
La torre más pequeña del Castellar Colorat
La posibilidad de que la gran torre fuera construida con anterioridad
al enclave íbero se debe a que el Castellar Colorat también tuvo que ser ocupado por la extensísima ciudad protohistórica de Peña
negra. De hecho, los montes de Peña Negra y Castellar Colorat,
únicamente quedan separados por un collado que no crea una
diferenciación clara entre los dos enclaves. Aunque parece que entre el fin de Herna en el siglo
VI a.C y la construcción de la fortificación Ibérica del Castellar
Colorat el lugar pudo quedar deshabitado, esto no es en absoluto
concluyente y sólo nuevos estudios podrán aclararlo.
Lo que es cierto es que el Castellar Colorat prolongaba la
consideración de la sierra de Crevillente como un lugar estratégico
y económicamente importante en la protohistoria. La falta de
excavaciones arqueológicas, no han permitido asegurar que con
anterioridad a los tiempos ibéricos el Castellar Colorat estuvo
ocupado. Pero por otra parte es ilógico, conociendo el poblado de
Peña Negra, que el Castellar Colorat, monte de mayor altura, con
mayores posibilidades defensivas que el monte de Peña Negra y
también con mayor dominio visual del entorno, estuviera desocupado
en los tiempos en que la ciudad orientalizante de Herna estaba en
plena expansión e incluso ocupaba zonas bastante más alejadas del
cerro de Peña Negra de lo que está el Castellar Colorat.
La cronología de la ocupación del Castellar Colorat y de sus estructuras conservadas no es la única incógnita que plantea este interesante yacimiento arqueológico. En la siguiente entrada de este blog profundizaremos en ellas y plantearemos una sugerente hipótesis:
A falta de que el Castellar Colorat sea estudiado en profundidad
todavía hay muchas incógnitas que resolver. Una de ellas son las
curiosas cisternas o piletas hechas en piedra que se pueden ver en el
yacimiento arqueológico. La primera de ellas se encuentra en la
ladera, a tan sólo 80 metros de la gran torre. Otra se encuentra en
la misma entrada de yacimiento, entre las dos torres. Y la tercera se
encuentra en el recinto interior del acrópolis. ¿Cuál era su
función? Realmente es un misterio. Dos de ellas presentan el vaso de
la pileta agujereado. Que yo sepa este tipo de piletas no han
aparecido en otros yacimientos ibéricos de la provincia alicante.
Pileta o cisterna junto a la gran torre del Castellar Colorat
Otro hecho singular son los tres pozos, cavidades, o simas que
aparecen en el yacimiento arqueológico. Parecen cavidades en origen
natural que han sido modificadas por los habitantes del Castellar.
Uno de estos pozos, en gran parte colmatado, está en la misma
entrada del poblado protohistórico, a los pies de la gran muralla.
Otro pozo está muy cerca del punto más alto del Castellar Colorat.
El tercero muy cerca de los escarpes rocosos que protegen de manera
natural poblado.
Pozo o sima en el Castellar Colorat
Un último misterio es una pieza sumamente singular que apareció en
las excavaciones arqueológicas que realizó Alfredo González Prats.
Es una cerámica ibérica que imita una crátera de columnas griega
sin duda buscando la imitación de un elemento de prestigio como era
en ese momento la cerámica ática. Está expuesta en el MARQ (Museo arqueológico de Alicante).
Crátera ibérica que imita a una crátera ática. MARQ
Aunque es tan sólo una hipótesis, podríamos pensar que el
Castellar Colorat también tenía un sentido sagrado, que pudo
albergar un santuario. Las extrañas piletas podrían tener alguna
función ritual. Los pozos encontrados en el yacimiento también
podrían tener un contenido simbólico como por ejemplo el pozo
votivo del poblado ibérico del Amarejo, en Albacete. Esa crátera
ibérica de columnas tan singular que imita a la cerámica de
prestigio ática, quizás fue una
ofrenda para el dios o diosa que presidía el santuario.
Puede ser incluso que el lugar tuviera carácter sagrado ya desde los
tiempos en que Peña Negra/Herna fue habitada, entre los siglos IX y
VI a.C. La ubicación del Castellar Colorat es predominante sobre la
gran ciudad de Herna. De hecho está en su punto más alto. Sí, como
se ha planteado, el lugar donde vivían las élites de Herna estaba
en lo alto del cerro de Peña negra, es posible que en el Castellar
Colorat se encontrará el lugar más sagrado de Peña Negra. La parte
más cercana al cielo tiene un contenido simbólico. Es el lugar de mayor
cercanía al cielo, el lugar habitado por la divinidad.
Sólo una completa excavación arqueológica podría aclarar lo que aquí planteo. La aparición, por ejemplo, de exvotos
íberos o de representaciones de Tanit confirmaría la hipótesis de
que el Castellar Colorat también fue un lugar sagrado, un santuario.
También cabe la posibilidad que fuera aquí donde habitara la élite
de Herna y no en lo alto del cerro de Peña Negra. La acrópolis
fortificada de la que podría haber quedado la gran torre serviría
para proteger y separar a la élite del resto de los habitantes de la
gran ciudad. Las piletas y los pozos podrían tener una función meramente utilitaria, para contener agua por ejemplo. La curiosa y singular crátera podría ser parte de la cerámica de lujo de uno del jefe o uno de los dignatarios de la ciudad antigua.
La gran torre del Castellar Colorat
En definitiva, el Castellar Colorat que pudo ser atalaya,
fortificación, poblado ibérico, o santuario. Es un yacimiento de
gran importancia que completa la singularidad y relevancia histórica
de Peña Negra.
Sentados en lo alto de la gran torre podemos reflexionar sobre la
función que pudo tener el lugar al tiempo que nuestros ojos se
inundan de las extensas panorámicas del entorno. Desde aquí
llegamos a ver el mar y buena parte de la costa de Alicante. Quien
sabe si desde lo alto de esta torre algún guerrero íbero divisó a
las embarcaciones romanas que traerían a los invasores que
cambiarían su mundo para siempre.
Al norte, a lo lejos, se alza el impresionante Puig Campana, el monte más emblemático de
Alicante. Hacia el sur las sierras de Callosa y Orihuela y las
tierras murcianas. Y a la falda del monte del Castellar Colorat se
extiende el importante yacimiento de Peña Negra. Las excavaciones arqueológicas que han sido retomadas con entusiasmo desde el año 2014, pueden aclararnos muchas
incógnitas y darnos más sorpresas y satisfacciones a todos los que
nos seguimos haciendo preguntas sobre nuestro pasado y sobre aquel
pueblo tan singular que fue el pueblo íbero.
En el siguiente enlace encontrarás una ruta senderista que te permitirá conocer el Castellar Colorat, la Peña Negra y otros dos yacimientos arqueológicos: - Ruta arqueológica de la sierra de Crevillente.
Bibliografía:
Estudio
del poblamiento antiguo de la Sierra de CrevillenteAlfredo
González Prats, A. (1983):, Anejo I de la revista Lucentum,
Universidad de Alicante.
Organización
del territorio y modelos de poblamiento de la Contestania
Ibérica.
Jesús Moratalla Jávega. Universidad de Alicante 2004.
Cerro de Les Moreres. En su cara sur se encuentra la necrópolis protohistórica.
Les Morereses una de las más importantes necrópolis
protohistóricas del sureste de la Península Ibérica. Su cronología
abarca aproximadamente el mismo período en que fue ocupada Herna/Peña
Negra, entre los siglos IX y VI a.C. entre la última etapa de la
Edad del Bronce y el período orientalizante. De hecho el yacimiento
arqueológico de Les Moreres tiene una relación directa con Peña
negra. Les Moreres fue la necrópolis de Herna, es decir, aquí es
donde fueron enterrados los habitantes de la ciudad. La necrópolis se extiende por la
vertiente sur del cerro.
Les Moreres es una necrópolis de cremación. El cadáver era quemado en una pira
y posteriormente las cenizas y huesos eran colocados en un hoyo
protegido por piedras de pequeño tamaño. Era también habitual que
los restos se depositaran en una urna de cerámica cerrada con
tapadera.
Urna funeraria de Les Moreres. MARQ.
Se recuperaron 152 conjuntos funerarios. Eran tumbas individuales,
dobles, triples y también aparecieron algunos mausoleos colectivos. Se
documentaron tres grandes túmulos circulares con cista central
poligonal. Igualmente varios enterramientos estaban protegidos con
encanchados circulares u ovales. Algunas tumbas estaban marcadas con
estelas.
Los ajuares que acompañaban los restos contenían elementos de
adorno como cuentas de collar de bronce, piedra y pasta vítrea,
brazaletes de bronce o de marfil, fíbulas y algún vaso cerámico.
Cuentas de collar aparecidas en los ajuares de la necrópolis de Les Moreres
Pero quizás lo más importante de la necrópolis protohistórica de
Les Moreres es que es fundamental para acreditar el mestizaje y/o convivencia entre
fenicios y gentes locales en Peña Negra. Hay enterramientos que se
podrían encuadrar por su tipología y ajuar como de gentes
autóctonas, otros que parecen ser fenicios por su similitud, por
ejemplo, con enterramientos encontrados en la Ibiza fenicia y otros que son una mezcla de ajuar autóctono y fenicio. Lo encontrado en Les
Moreres es una de las pruebas que llevó a González Prats, el
arqueólogo que excavó y estudió la necrópolis, a plantear la
existencia de un barrio habitado por gentes fenicias en la ciudad de Herna. Este mestizaje
de los fenicios con la población local es una de las claves para
explicar la formación de la cultura ibérica.
Les Moreres no debe de ser la única necrópolis que tuvo la ciudad
de Herna. Aunque las dimensiones de las necrópolis de Les Moreres es
considerable González Prats no cree que fuera suficiente para
albergar a los fallecidos de la gran ciudad de Peña negra. Quizás
en un futuro no muy lejano aparezca una nueva necrópolis con
conjuntos tan interesantes como los que ha dado la necrópolis de Les
Moreres. Parte de estos hallazgos los podemos contemplar en el Museo
Arqueológico de Crevillente y en el Museo Arqueológico de Alicante
(MARQ).
Pulseras de metal encontradas en Les Moreres
Hay que señalar que Les Moreres es una necrópolis de cremación, no
de incineración. Las hogueras donde se quemaban los cadáveres no
conseguían alcanzar la temperatura suficiente para conseguir una
incineración completa. Relacionado con esto tenemos una vitrina que
nos sorprenderá en el Museo de Crevillente. De la tumba nº99 se ha reconstruido el esqueleto de uno de los
habitantes de Peña Negra enterrado en Les Moreres a partir de los
pequeños huesos que se encontraron en la urna funeraria que contenía
el resultado de la cremación del cadáver.
Cadáver de Les Moreres reconstruido
También en el Museo arqueológico de Crevillente se conservan varias
de las urnas funerarias de la necrópolis. También urnas funerarias
y elementos de los ajuares que acomplañaban a los enterramientos los
podemos contemplar en el MARQ.
Urnas de les Moreres en el Museo de Crevillente
En el cerro de Les Moreres González Prats también excavó un
antiguo poblado del Calcolitico de la segunda mitad del tercer
milenio a.C. Este poblado es uno de los yacimientos arqueológicos
más antiguos de la sierra de Crevillente y el más antiguo del
entorno de Peña Negra a excepción del yacimiento paleolítico de la
Ratlla del Bubo. En Les Moreres se encontraron restos de muralla y varias plantas de
planta oval y circular. Entre los materiales aparecieron molinos
naviformes, pesas de telar, cuentas de collar y
cerámica campaniforme. De metal aparecieron cinceles, punzones,
puntas de Palmela y un pequeño puñal de lengüeta Pero hay que
destacar las raras placas de sílex talladas de gran tamaño que están
expuestas en el MARQ. No se sabe cual fue su uso con seguridad, si
bien se cree que podían ser algún tipo de hoz. Piezas similares y
con esta uso han aparecido en el antiguo Egipto.
Grandes placas de sílex de Les Moreres. MARQ.
En la siguiente entrada tienes la localización de Les Moreres y la
visita al yacimiento arqueológico y podrás conocer al “guardían”
de la necróplis:
Esta es una de las rutas arqueológicas más
completas de las que he realizado. Visitaremos cuatro importantes yacimientos arqueológicos de la sierra de Crevillente, uno de los parajes con más riqueza arqueológica de Alicante. Vamos a recorrer el`poblado de
Peña Negra, poblado del final de la Edad del Bronce y del periodo
orientalizante (s. IX-VI a.C.). Peña Negra se ha identificado con la antigua ciudad de
Herna y es un yacimiento arqueológico clave para conocer la
transición desde la Edad del Bronce a la cultura ibérica. Seguiremos la ruta visitando dos fortificaciones
protohistóricas: el poblado fortificado del Castellar Colorat y la
impresionante fortificación de Les Barricades que debió de ser
parte del sistema defensivo de Peña Negra durante el periodo
orientalizante. Por último conoceremos el lugar donde los habitantes de Peña Negra enterraron a sus muertos, la necrópolis de les Moreres.
Km. 0,00.- Dejamos el coche junto al acueducto de
Els Pontets, acueducto islámico restaurado hace unos años 30S
x=690252 y=4237421. Es parte de la
conducción de aguas que se construyó en tiempos islámicos para
llevar el agua de la sierra a la ciudad de Crevillente. De aquí
salen dos pistas, una bajo los arcos del acueducto. Nosotros tomamos
la otra, la que se interna en la sierra en dirección noroeste en su
inicio.
Acueducto de Els Pontets
Km. 0,376.- 30S
x=690173 y=4237715 Poco más adelante
hay que salirse por la derecha de la ancha pista y seguir por el
sendero que va a seguir el cauce del barranco.
Km. 0,590.- Seguimos el sendero por el cauce del
barranco hasta que enlaza con otro camino
más ancho que más ancho que sube 30S
x=690165 y=4237945. Allí encontramos
un cartel que nos informa que estamos entrando en el yacimiento
arqueológico de Herna/Peña Negra.
Cartel que nos informa que entramos en Peña Negra / Herna
Km. 0,656.- Encontramos los primeros restos
arqueológicos 30S x=690152 y=4238002. Esta zona es lo que el arqueólogo González Prats denominó sector I del yacimiento de Peña Negra. Son los restos de varias casas consolidados. En la parte superior
vemos un muro más ancho que en principios se ha identificado con
restos de muralla.
Una de las primeras casas de Peña Negra que nos encontramos en la ruta
Continuamos caminando por el sendero que recorre esta lengua de
tierra que se abre entre dos barrancos. Toda esta zona tuvo que estar
habitada y las excavaciones futuras sacaran a la luz más viviendas.
De hecho según avanzamos vemos más restos de muros antiguos.
Más restos constructivos del poblado protohistórico. Al fondo Peña Negra y Castellar Colorat
Km. 0,975.- Más restos de viviendas 30S x=690019 y=4238149.
Delante de nosotros están los montes de de Peña Negra y Castellar Colorat. En las laderas de Peña Negra vemos lo que parecen abancalamientos. Es muy probable que muchos de
ellos sean antiguos, parte de los aterrazamientos que se hicieron en
la ciudad nivelando el terreno para levantar las viviendas.
Peña Negra y Castellar Colorat desde el sector I de las excavaciones
Km. 1,226.- El camino, que se dirige hacia el
monte de Peña Negra, va a morir en una ancha pista que es la subida
principal al yacimiento 30S x=689832
y=4238408. Seguimos por la derecha
Km. 1,395.- Llegamos al collado que separa Peña
Negra del Castellar Colorat. Lo primero que encontramos es una casa
muy especial de Peña Negra 30S
x=689963 y=4238414. Junto a ella hay
un panel informativo con la reconstrucción infográfica de la misma
lo que nos ayuda a interpretarla. Es una construcción de los siglos
VII-VI a.C y es un ejemplo de vivienda en terraza adaptada a la
orografía del terreno. Es de planta rectangular, alargada y tiene
tres estancias. La habitación central era el espacio principal de
reunión. Tienda gran bancada longitudinal donde cabían más de una
veintena de personas. Lo que hace pensar en un edificio público de
reunión más que en una vivienda particular. Cuenta con una despensa
al este y una estrecha estancia cuadrangular al oeste. Parece ser
esta habitación tenía carácter ritual ya que allí se encontró un
lingote de plomo de plomo votivo. Además había restos de una
hoguera demasiado grande para la reducida superficie de esta
habitación.
Gran casa de Peña Negra. En primer término la habitación de carácter ritual
Sobre la gran casa hay otro panel informativo que habla de la ciudad
de Peña Negra. Nos informa que Peña Negra / Herna era una de las
poblaciones urbanas más antiguas de la costa mediterránea de la
Hispania prerromana. Estuvo ocupada durante el Bronce Final
(s.IX-VIII a.C.) y en la Primera Edad del Hierro o periodo
orientalizante (VII-VI a.C.). En el siglo VI parece que fue destruida
dentro del contexto de la expansión colonial Greco focense.
Muy cerca de esta primera construcción vemos otra
vivienda también consolidada 30S
x=689995 y=4238415.
Restos delas viviendas cercanas a la gran casa. Al fondo la cima del monte de Peña Negra
Antes de continuar
hacia los restos que vemos en el collado vamos a subir a lo más alto
del monte de Peña Negra que es el que se encuentra detrás de esta
segunda casa.
Cerca de estas dos construcciones antiguas vemos una construcción
moderna, un refugio de piedra circular.
Regugio de piedra moderno en Peña Negra
Km. 1,563.- En lo más alto del monte de Peña Negra encontramos la
vivienda más espectacular de las que han sacado a la luz las
excavaciones arqueológicas. Parece que es una casa principal que estaba en la
acrópolis de la ciudad de Herna. Un panel informativo nos ayuda a
interpretar los restos. Es el edificio más grande y complejo de los
conocidos hasta la fecha de nacimiento (enero 2018). Está Integrado
por varios departamentos. Tiene varios espacios de trabajo, porches
semicubiertos y almacenes elevados tanto exteriores como interiores.
Se evidenció un ritual fundacional con un depósito votivo con los
restos de un ovicaprido. Quizás los más destacable de los restos
conservados es un almacén sobreelevado mediante pequeños tabiques
separaban lo almacenado del suelo y favorecía la ventilación.
Tambien llama la atención un almacén exterior circular cuya planta
se ha conservado. La recreación infográfica de la casa representada
en el panel nos ayuda perfectamente para imaginarnos como fue esta
casa de más de 2.500 años de antigüedad.
Casa de la cima de Peña Negra. En primer plano restos del almacén sobreelevado
Se supone que en esta zona cimera estaba la regia o barrio de las
élites dirigentes del poblado de Peña Negra.
Desde aquí las panorámicas son extraordinarias. Se ve la laguna de
el Hondo, estupenda zona cinegética que aprovecharon los habitantes
prehistóricos y protohistóricos de la sierra de Crevillente para abastecerse de caza.
También las sierras de Callosa y Orihuela. Se alcanza a ver el mar.
Junto al mar, en la pinada de Guardamar, estaba la ciudad fenicia de
la Fonteta con la que Herna tuvo estrechas relaciones económicas y
culturales. Es como si desde aquí estuviéramos viendo una de las
principales vías de penetración de las influencias fenicias en el
sustrato aborigen que fue clave en la creación posterior de la
cultura ibérica.
Volvemos a bajar al collado. Hay que pensar que toda esta ladera
estaría ocupada de casas que aun están por excavar.
Km. 1,789.- En el collado o vaguada vemos más
restos de casas. Algunas de ellas son de la primera etapa del
poblado, es decir, de la Edad del Bronce. Una de ellas tiene una
importancia especial 30S x=690008
y=4238483. Es un taller metalúrgico
cuya excavación acreditó la gran importancia de la melaturgia y la
minería en Herna. Esto es clave para entender el yacimiento de Peña
Negra. Cuando estuve visitando el yacimiento en enero de 2018 todavía
no se habían consolidado estas viviendas. Es de suponer que se haga
y se destaque la importancia de la vivienda metalúrgica mediante un
panel informativo. A su alrededor aparecieron más de 400 fragmentos
de moldes de fundición de armas y útiles de metal. Más información de la metalurgía de Peña Negra en este enlace.
Restos de la casa metalúrgica de Peña Negra
Todavía queda mucho por excavar en Peña Negra y seguro que dará
muchas satisfacciones no sólo a los arqueólogos e investigadores
sino a todo amante de la historia.
Tras visitar Peña Negra podemos volver al coche por el mismo camino,
pero todavía tenemos mucho por ver si tenemos tiempo y ganas de
andar. Ahora nos acercaremos al enclave fortificado íbero del
Castellar Colorat.