El yacimiento arqueológico del El Oral se encuentra en el municipio de San Fulgencio, muy cerca de la carretera nacional que comunica Alicante con Guardamar.
El Oral es uno de los poblados íberos más antiguos de la provincia de Alicante. Fue habitado entre los siglos VI y IV a.C. Se encuentra en una loma de poca altura que en su día dominaba visualmente la gran albufera (hoy desecada) que formaba el rio Segura en su desembocadura.
Este poblado íbero debió tener bastante relación con el cercano poblado fenicio de la Fonteta, que se encuentra entre los pinares de las dunas de Guardamar. Los contactos comerciales entre ambos poblados facilitaron la creciente influencia orientalizante en la conformación de la cultura ibérica.
Para llegar al yacimiento saldremos de la nacional 332 en una rotonda que se encuentra una vez hemos circunvalado la localidad de la Marina y antes de llegar a Guardamar (si venimos desde Alicante). En la rotonda hay una indicación que reza: San Fulgencio Norte. Una buena referencia es una gran tienda de chinos que está en el polígono donde hay que dejar el coche. El polígono está a la derecha de la carretera. Dejamos el coche cerca de este almacén de productos chinos.
(Km. 0,00) Volvemos a la rotonda. En la misma carretera por la que se entra al polígono, a pocos metros de la carretera nacional, sale una pista asfaltada que en su mismo comienzo gira a la derecha para seguir paralela a la nacional en dirección norte (hacia Alicante).
(Km. 0,788) La pista asfaltada pasa a ser de tierra. Dejamos atrás un par de casas que quedan a la izquierda. Al llegar junto a un túnel que pasa por debajo de la carretera nacional, nos desviamos a la izquierda (el túnel queda a la derecha).
(Km. 0,838) A unos metros llegamos a una bifurcación. Seguimos por la derecha. Caminamos entre campos de cultivo de alcachofas.
(Km. 1,200) La pista de tierra rodea una gran balsa de riego por la derecha. Tras pasar la balsa a los pocos metros la pista se acaba en una pequeña explanada. El cerro de baja altura amesetado que vemos delante, a tan sólo 50 metros de distancia, es el poblado de El Oral.
(Km. 1,300) El yacimiento está vallado como protección. Es una lástima que no esté preparado para la visita ya que es una muestra muy interesante del patrimonio arqueológico ibérico. Aun así, desde el exterior de la valla se pueden ver bastantes estructuras. Un día negro que fue el 14 de febrero de 2004, donde de manera increíble en nuestros tiempos, una pala excavadora de las canteras cercanas arrasó una tercera parte del yacimiento, y no acabó completamente con él gracias a la difusión pública de este indignante atentado contra la Historia y a la defensa de los arqueólogos Lorenzo Abad y Feliciana Sala (los excavadores de el Oral) y de otros amantes de los restos de nuestros antepasados.
En el Oral se conservan los cimientos de numerosas dependencias. En algunas de ellas se aprecian los lugares donde se hacía fuego, hogares circulares formados por piedras alrededor de los cuales harían vida las familias que vivieron en El Oral..
Lo más llamativo del yacimiento es el arranque de una de las torres que protegía el poblado por el Norte, lugar más accesible del cerro donde se encuentra el poblado. La torre se puede ver desde el exterior del vallado. Por el Sur, Oeste y Este el cerro tiene mayores pendientes que facilitaban la defensa.
Desde El Oral se ve la desembocadura del río Segura. Las vistas que tenían los pobladores íberos del Oral eran muy diferentes a las que hoy se disfrutan desde aquí. La llanada que se extiende entre el Oral y Guardamar por la costa y hacia Elche por el interior, era una gran marisma. La cercanía de esta marisma, que proveía de agua, caza y pesca en abundancia es uno de los lugares con más yacimientos arqueológicos de la provincia de Alicante: El Oral, la Fonteta, la necrópolis de Cabezo Lucero, la Escuera, la necrópolis de El Molar, etc. Pero su riqueza natural no fue el motivo principal de esta importancia en la protohistoria levantina. Esta zona fue punto de contacto entre íberos y fenicios, entre los antiguos pobladores indígenas y las gentes llegadas desde el oriente del Mediterráneo. Desde el Oral, extendiendo la mirada por la llanura donde hoy transcurre el río Segura encauzado y domado, estamos viendo tierras de penetración y difusión de influencias traídas del Mediterráneo oriental, que tuvieron mucho que ver con la formación de la cultura ibérica. Desde el poblado de El Oral no sería extraño ver hace 2.500 años a los barcos púnicos acercarse a fondear en la desembocadura del río Segura. No sólo traían productos que esperaban intercambiar a buen precio. En sus cubiertas también llevaban influencias culturales que cambiaron la historia de estas tierras levantinas.
No se encontraron muchas piezas arqueológicas en el yacimiento. Tampoco hay restos de incendio que pudieran hacer pensar en la destrucción del poblado en un ataque. Todo esto hace pensar a los investigadores que en un momento dado el poblado fue abandonado por sus habitantes llevándose sus posesiones. ¿La razón? No la sabemos. Quizás una epidemia o el traslado a otro lugar más cómodo. Pudo ser el cercano poblado de la Escuera. A pesar de la escasez de materiales, destaca un jarro de bronce (olpe) griego o etrusco. Esta pieza, junto con cerámicas áticas, cáscaras de huevo de avestruz y otras evidencias, son muestra de los contactos comerciales que mantenían los íberos de este poblado. Seguramente estos materiales llegaron aquí fruto del comercio con la Fonteta que a su vez los traería de sus lugares de origen.
El Oral es otro de los yacimientos que integran el importante conjunto cultural ibérico de Alicante. Pero es a la vez una llamada de atención a toda la sociedad sobre la necesidad de proteger esta riqueza patrimonial cuya destrucción cae de manera ominosa sobre la conciencia de quien la consiente.
Sólo el conocimiento por el público en general y la correcta valoración del patrimonio arqueológico podrá protegerlo y preservarlo para las generaciones futuras.
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© Julio Asunción
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