En un post anterior traté sobre el yacimiento arqueológico de la
Cova Bolumini y su ocupación humana desde el final del
Paleolítico superior hasta la Edad del Bronce.
La cueva fue utilizada como lugar de habitación, y durante el Bronce
Antiguo, como lugar de enterramiento.
Pero, seguramente, también fue santuario para aquellos pobladores
prehistóricos de la Marina Alta.
Recientemente se ha documentado la existencia de arte rupestre en el
interior de la cueva. Se trata de varias líneas pintadas en una
columna natural de la cueva. Este tipo de manifestaciones artísticas se han relacionado con el mundo espiritual de los primeros pobladores de estas tierras. Es uno de los indicios que llevan a pensar en que la cueva pudo tener esa función de santuario para las comunidades de los valles cercanos a la sierra de Segaria.
Pero, además, hay un fenómeno luminoso que hace de la Cova Bolumini
de Beniarbeig un lugar muy especial. En el solsticio de verano y en
los días anteriores y posteriores, poco después del amanecer, la
luz del sol se introduce en la cueva. Se forma un increíble haz de
luz que, tras pasar por una ventana natural abierta en una de las paredes de
la gruta, empieza a recorrer la cueva. Según avanza el sol el haz de luz va iluminando partes de la cueva hasta que acaba por hacer visible buena parte de la oscura
zona interior.
Este fenómeno era conocido por algunas gentes del
lugar y fue estudiado en un excelente trabajo de Jose Lull, cuyo enlace
te lo dejo en la bibliografía.
En el verano de 2021 me acerque a conocer la cueva y a ver el
fenómeno luminoso. El espectáculo de luz fue increible. He visitado centenares de yacimientos arqueológicos, muchos de ellos fueron utilizados como lugares sagrados por el hombre prehistóricos. En pocos he tenido, como en la Cova Bolumini, la sensación de lugar espiritual, de lugar sagrado. No me cabe duda de que ese contraste tan simbólico de luz (sol) y oscuridad (cueva) tuvo que representar algo muy especial para aquellos primeros pobladores de estos valles.
Hay que recordar que aquellas comunidades agrícolas del
Neolítico tenían como una de sus principales deidades al sol. Además, el
solsticio de verano, uno de los marcadores astronómicos de
importancia, tenía gran importancia para seguir el ciclo agrícola
anual por aquellos agricultores y ganaderos del Neolítico.
Esperemos que, en un futuro, se puedan emprender nuevas excavaciones
arqueológicas en la cueva. Es muy probable que confirmen que esta
singular gruta fue utilizada también como santuario en la
Prehistoria.
Aquí tienes el enlace del post donde hablo del valor patrimonial de la Cova Bolumini como yacimiento arqueológico. También encontrarás la localización y una ruta por la sierra de Segaria que visita la cueva.
La Cova Boluminide Beniarbeig se encuentra en la ladera sur de la
sierra de Segaria, en la zona más septentrional de la provincia de Alicante. Es una cueva de gran
belleza, con estalagtitas, estalagmitas y hermosas cortinas de roca.
Su visita no entraña gran dificultad, al menos en sus salas más
exteriores. Eso sí, es necesario el uso de linterna si queremos adentrarnos más allá de la gran sala cercana a la entrada. Al final del post te incluyo un enlace a la ruta que lleva a la cueva.
Para el hombre prehistórico esta caverna no pasó desapercibida. La convirtió en su hogar, el lugar donde enterró a sus muertos y, quien sabe, quizás también fue su santuario.
Las primeras noticias sobre la existencia de materiales arqueológicos
en la Cova Bolumini las publicó Lerma en 1979. Posteriormente, se realizaron
excavaciones en la década de los 80. Lo cierto es que el
estudio arqueológico de la cueva, al año 2021, todavía está en pañales. Solo se excavó en la parte final de la gran sala de entrada, junto al muro
natural pétreo donde empiezan las principales formaciones estalagmíticas.
No se pudo llegó hasta la roca madre, aunque se profundizó en las excavaciones casi dos metros. Por esto, las conclusiones cronológicas sobre la
ocupación humana de la cueva no son definitivas.
Zona de la cueva donde se realizaron las excavaciones arqueológicas
No obstante, gracias a los materiales hallados, se ha identificado una ocupación de la Cova de
Bolumini discontinua y esporádica en el final del Paleolítico
Superior o Epipaleolítico, en el Neolítico y en la Edad del Bronce.
También se han encontrado algunas muestras de cerámica ibérica y,
lo que es más curioso, una lucerna romana que se debió utilizar
para iluminarse dentro de la cueva.
Más abundantes fueron los hallazgos de cerámica de la Edad del
Bronce. Este es el periodo mejor representado en el registro arqueológico de la Cova Bolumini.
La excavación de la cueva ha proporcionado un numero importante de
restos óseos de pájaros, macromamíferos y micromamíferos. Entre
los macromamíferos salvajes hay un predominio de restos de ciervo.
También han aparecido restos cabras montesas (Capra pyrenaica),
animal que debió ser abundante en los roquedos de la sierra de
Segaria. Menos abundantes son los hallazgos de huesos de uro (Bos
primigenius), una especie de toro prehistórico, lince, gato salvaje
y zorro.
De los niveles neolíticos y de la Edad del bronce son abundantes los
restos de ovicápridos. Uno de los usos de la cueva a lo
largo de la prehistoria fue redil de ganado. Entre los restos de ovicápridos predominan las cabras, también se encontraron ovejas, bóvidos y los restos de un cerdo y un perro.
El Nivel II, adscrito al Bronce Antiguo, da el registro más amplio
de toda la secuencia, superándose los 80 piezas de diferentes tipos (platos, ollas, vasos etc).
En el interior de la Cova Bolumini
Por otra parte, en los niveles del Bronce Antiguo también se han
encontrado abundantes huesos humanos. La cueva fue utilizada en esta época como
cueva de enterramiento.
Los restos humanos pertenecen a un mínimo de cinco individuos, entre ellos se ha distinguido una mujer adulta, un hombre adulto y un tercer semiadulto. Parece ser que no son enterramientos secundarios ya que se encontraron todos los huesos humanos representados.
Entre los materiales que debieron ser parte
de los ajuares funerarios destaca un pendiente realizado sobre una
placa prismática de marfil. Esta pieza nos habla de los contactos
comerciales que ya en la Prehistoria había entre la Península
Ibérica y el norte de África. El marfil se usaba para la
fabricación de objetos suntuarios que estaban destinados a los
grupos o personas situadas en los más alto de la escala jerárquica
de estas sociedades prehistóricas. El exotismo y la rareza de este
pendiente hace pensar que su poseedor debió tener un elevado rango
social entre sus congéneres.
Pendiente de marfil de la Cova Bolumini. Fuente: ver bibliografía (1) al final del artículo
Otros hallazgos típicos de los ajuares funerarios encontrados en la
Cova de Bolumini fueron varios botones piramidales y tres conchas
perforadas.
Del Neolítico se han encontrado algunas cerámicas con decoración cardial.
Fragmento de olla neolítica encontrada en la cueva. Fuente: ver bibliografía (1) al final del artículo
Los restos encuadrables al paleolítico superior / Epipaleolítico son
escasos, tan solo unas piezas líticas ( la mayoría raspadores). También se
encontraron restos de tres ciervos y una cabra montesa. No obstante
faltaría hacer nuevas excavaciones para llegar a las capas más
profundas y averiguar si la cueva pudo estar también ocupada en otras
etapas del Paleolítico superior y, quien sabe, del Paleolítico
medio.
En resumen, hasta el momento se han identificado cinco horizontes
culturales: Paleolítico Superior/Epipaleolítico, Neolítico,
Eneolítico, Bronce Antiguo y Bronce Tardío-Final. La cavidad se uso
como lugar de habitación y también se ha identificado un uso
funerario en el Bronce Antiguo. Los hallazgos iberos y romanos son muy escasos, muestra de alguna utilización de la cueva como refugio.
Otro de los usos que probablemente tuvo la Cova Bolumini fue el
de santuario. Recientemente se ha encontrado una manifestación de arte rupestre: restos de pintura en forma de barras verticales en una de sus columnas. Por otra parte, no se han encontrado materiales que acrediten el uso como santuario de la cueva, pero esto puede deberse a la pequeña superficie excavada, además concentrada en una sola zona de la cueva.
Pero, para mí, lo que más me lleva a creer que la cueva se utilizó como santuario prehistorico, es el fenómeno luminoso que se produce en el solsticio de
verano y en los días próximos anteriores o posteriores a este evento astronómico. Si en estos días visitas la cueva podrás ser
testigo del milagro de la luz que se produce poco después del
amanecer en el interior de la caverna. Un fenómeno que no pudo pasar
desapercibido para los pobladores prehistóricos de la Cova de
Bolumini y que convierte a esta cavidad en un lugar único. En este otro post hablo de ello:
El solsticio de verano en el interior de la Cova Bolumini
En este enlace te dejo el track de la ruta que lleva desde el pueblo de Beniarbeig hasta la cueva. La ruta la amplio recorriendo la sierra de Segaria y visitando el castillo de Segaria y el poblado íbero-campamento romano del Portet.
1.- GUILLEM
P., GUITART I., MARTINEZ R., MATA C.,
PASCUAL J.LL., 1992, L’ocupació prehistòrica de la
Cova de Bolumini (Beniarbeig-Benimeli, Marina Alta).
In: Actes del III Congrés d’Estudis de la Marina Alta.
Alicante: 31-48.
2.- VIRGINIA BARCIELA GONZÁLEZ, XIMO MARTORELL BRIZ, FRANCISCO JAVIER MOLINA HERNÁNDEZ. Sobre rocas y huesos: las sociedades prehistóricas y
sus manifestaciones plásticas / coord. por María Ángeles Medina
Alcaide, Antonio Romero Alonso, Rosa María Ruiz Márquez, José Luis
Sanchidrián Torti, 2015, ISBN 978-84-617-2993-7, págs. 286-299
En un paraje de gran belleza, con unas panorámicas impresionantes, se encuentra uno de los abrigos de arte rupestre esquemático más interesantes de la provincia de Alicante. Son las pinturas rupestres de la Peña de l'ermita del Vicari.
Toman su nombre de esta ermita cercana, que actualmente se encuentra en ruinas.
El abrigo está a los pies del farallón rocoso que corona la sierra de Bernia. Fueron dadas a conocer por las investigadoras María Francia Galiana y Palmira Torregrosa.
Paredones rocosos donde se encuentra el abrigo con pinturas rupestres
Actualmente se han puesto en valor en una intervención digna de elogio y promovida por el ayuntamiento de Altea. Se ha acondicionado un sendero que permite llegar sin muchas complicaciones hasta el abrigo prehistórico y se han colocado paneles informativos que permiten localizar las pinturas en la pared rocosa e interpretarlas.
Uno de los paneles donde interpretativos
También se ha colocado un panel de orientación para que podamos reconocer los muchos pueblos y montañas que se divisan desde el abrigo rupestre.
Las valiosas pinturas se han protegido con una reja que no impide su observación. No obstante, como los motivos se ven pequeños desde la reja, te recomiendo que lleves unos pequeños prismáticos. Así podrás apreciarlos perfectamente.
Abrigo de la ermita de la Peña del Vicario
Dentro de los tipos de arte rupestre (paleolítico, levantino y esquemático), las pinturas de la Peña de la Ermita del Vicario se encuadran en el arte esquemático.
Hay tres paneles, aunque el tercero se limita a una simple mancha de color.
En el primero se representan unas líneas zigzagueantes que son difíciles de ver.
El segundo es el más interesante. Allí vemos representaciones de soliformes, puntos y líneas rodeando a varias figuras antropomorfas. Entre ellas destacan tres figuras bitriangulares coronadas con cuernos y con curiosas piernas acabadas en una bifurcación que representan los dedos.
Detalle del Panel 2
Sin duda el panel tiene un contenido simbólico que se nos escapa. ¿Qué representan estos curiosos personajes? ¿Chamanes? ¿Espíritus de los antepasados? ¿Personajes divinos? ¿Líderes o jefes de la tribu? Quizás fueran ídolos que presidían lo que fue un santuario, un lugar de reunión para aquellos pobladores del periodo Neolítico que habitaron estos valles y que tendrían aquí uno de sus lugares sagrados. Tal como dice Virginia Barciella, la zona norte de Alicante es uno de los principales focos de hábitat neolítico del Mediterráneo peninsular y uno de los territorios de simbolismo neolítico más destacados.
La interpretación más novedosa identifica a estos antropomorfos bitriangulares como figuras femeninas que contrastan con las dos supuestas figuras masculinas de la parte inferior del panel. Estas últimas figuras llegaron a ser identificadas también como ídolos oculados.
En definitiva, estas figuaras guardan el misterio que siempre rodea a estas manifestaciones de aquellos hombres y mujeres que vivieron en la Marina Baixa hace más de 5.000 años, en los momentos finales del Neolítico.
Posibles antropomorfos o ídolos de la parte inferior del panel 2
El paraje donde se encuentran las pinturas nos sobrecoge. El paredón rocoso se alza sobre nuestras cabezas al tiempo que nuestra vista goza de una de las mejores panorámicas que se pueden disfrutar en la provincia de Alicante. Igualmente debieron sobrecogerse aquellos pobladores prehistóricos que decidieron convertir en su santuario este lugar.
Panorámica desde la cueva. Al fondo la Sierra Helada y Benidorm
¡Qué diferentes estas pinturas a las del naturalista arte levantino que hemos visto en otros abrigos! Los autores de las pinturas de la Peña de l'ermita del Vicari pertenecían a las primeras sociedades productoras, eran descendientes de gentes que, en el VI milenio a.C,, desde el otro lado del Mediterráneo habían traído plantas y animales domesticados, la cerámica y, sobre todo, una nueva manera de ver la vida y nuevas creencias, distintas a aquellos cazadores-recolectores del Paleolítico.
Aquí te dejo el track y el mapa de la ruta que lleva hasta la Peña de la Ermita del Vicario.
La visita a las pinturas de la Peña de l'ermita del Vicari se completan con un recorrido por la sierra de Bernia. Es una de las mejores rutas que he hecho en Alicante. Además de disfrutar de la belleza de la sierra, de increíbles panorámicas y de las pinturas prehistóricas, también conocerás el Forat, una gran cueva que acaba en un estrecho agujero que atraviesa la cresta rocosa y que hay que pasarlo gateando. Recomendable, Te lo aseguro.
El Forat
Y si te gusta el arte rupestre de Alicante (recordemos aquí que está declarado Patrimonio de la Humanidad), aquí tienes los enlaces a otros abrigos con manifestaciones de este arte tan misterioso y sugerente:
La
Cova de l´Or es uno de los yacimientos arqueológicos del Neolítico
más importantes de la Península Ibérica. Por una parte esto es
debido a la mucha información ha dado sobre este periodo gracias
a la gran cantidad de material que se ha encontrado en las campañas de excavaciones arqueológicas. De
hecho, podemos decir que de aquí procede la mejor colección de
cerámica neolítica encontrada en la Comunidad Valenciana.
Al final de este artículo tienes el track con la ruta a la cueva.
Mucha de la cerámica encontrada en la cueva estaba decorada con motivos que han permitido
elaborar fundadas teorías sobre la cronología neolítica del arte
Macroesquemático, estilo de arte rupestre que tiene sus principales
manifestaciones en las montañas de la provincia de Alicante.
El
estudio de los cereales carbonizados que también se encontraron en
la cavidad han permitido saber que el Neolítico en estas tierras,
esto es, la economía agrícola y ganadera que fue sustituyendo a los
cazadores recolectores del Paleolítico, procedía de la zona
oriental del Mediterráneo.
Todo
esto hace que la Cova de l'Or sea un yacimiento arqueológico clave
en los estudios de Neolítico del Mediterráneo occidental.
La
Cova de l´Or se encuentra en la ladera sur de la sierra de
Benicadell, en el municipio de Beniarrés. Además de lugar de
habitación, fue un santuario, un lugar de reunión y de celebración
de rituales en el Neolítico. De hecho se encontraron varias decenas
de cucharas de hueso, lo que lleva a pensar en realización de
banquetes comunitarios en celebraciones sociales o religiosas.
Dos de las cucharas de hueso encontradas en la Cova de l'Or
También
en hueso aparecieron unos tubitos que quizá fueron usados a modo de
flautas en esos rituales.
El
valor arqueológico de la cueva fue descubierto en 1933 por R. Pardo.
Posteriormente se han realizado varias excavaciones arqueológicas
dirigidas por Vicente Pascual y Bernat Martí.
El
periodo de ocupación principal de la cueva corresponde al Neolítico
Antiguo (5600-4900 a.C.).
Durante
mucho tiempo la Cova de l´Or estuvo tapiada para protegerla de
expolios y era imposible visitarla. Afortunadamente el ayuntamiento
de Beniarrés y el MARQ han emprendido una actuación de
recuperación y puesta en valor del patrimonio digna de elogio.
Interior de la Cova de l'Or
La
cueva se encuentra en un paraje agreste y de no fácil acceso, a 650
metros de altura. Ahora se ha señalado y adecentado el camino de
acceso y, tras un recorrido de algo más de un kilómetro desde donde
se puede dejar el coche, se llega al yacimiento arqueológico.
Inicio del sendero a ca Cova de l'Or
Antes
de subir a la cueva recomiendo visitar el centro de interpretación
de la Cova de l´Or en Beniarrés. Allí tenemos reproducciones y
alguna pieza original de los hallazgos encontrados en las
excavaciones arqueológicas. También recomiendo dedicar unos minutos
al interesante audiovisual que nos habla de la historia de la cueva y
de su importancia dentro de la arqueología.
Cartel el Centro de Interpretación del yacimiento arqueológico en Beniarrés
Se
ha sustituido el antiguo y feo tapiado de la boca de entrada de la
cueva por una reja que, permite
ver buena parte del interior de la cueva aunque el yacimiento esté cerrado. Además se han instalado
paneles informativos que nos permiten conocer más detalles sobre la
importancia de la Cova de l´Or.
Además,
a partir de septiembre de 2021, los fines de semana se hacen visitas
guiadas, pudiéndonos adentrar en el interior de la cueva
prehistórica. Yo fui en las jornadas de puertas abiertas de junio.
Las guías Elia y Aitana fueron muy amables y profesionales. Fue un
placer hacer la visita con ellas.
En
la visita recorremos la pasarela que se ha instalado y que permite
ver todo el interior de la cueva. La iluminación se ha conseguido
gracias a la instalación de paneles solares en el exterior. El
recorrido es corto, ya que la cueva solo tienen unas decenas de
metros de profundidad. Se han colocado figuras humanas de tamaño
natural que simulan a esas gentes prehistóricas que hicieron de la
Cova de l´Or su hogar y su santuario.
Los "habitantes" de la Cova de l'Or
Acabaremos
la visita disfrutando de las increíbles panorámicas que se tienen
desde la cueva del valle del Río Serpis. Se ha instalado también un
panel de orientación para que podamos identificar los pueblos y
montañas que se divisan desde aquí.
Mirador de la Cova de l'Or. Al fondo el Pico de Benicadell
De
la panorámica destaca el pico de la Sierra Benicadell. Quizá tuvo
que ver en los rituales sagrados celebrados en la cueva. Días antes
de llegar el invierno el sol se pone sobre el pico y, en el solsticio
e invierno, lo hace en la ladera izquierda del mismo. A partir de ese
día el sol, en su ocaso, vuelve en su recorrer la impresionante
pirámide pétrea en sentido contrario.
Los
materiales encontrados en la Cova de l'Or están expuestos en el MARQ
(Museo Arqueológico de Alicante), en el Museo de Prehistoria de
Valencia y en el Museo Arqueológico Municipal de Alcoi.
Gran cerámica de la Cova de l'Or
Para llegar a la cueva hay que tomar la carretera que desde Beniarrés lleva a Salem. A 1,8 kilómetros del pueblo hay que desviarse a la derecha por una pista asfaltada. Por esta pista recorreremos otros 2 kilómetros y aparcaremos el coche. Allí, un cartel nos indica que tendremos que andar 1,4 kilómetros con un desnivel de 157 metros (unos 25 minutos) para llegar a la Cova de l'Or.
Conviene antes de ir, informarse en el Ayuntamiento de Beniarrés o en el MARQ los días y horarios de las visitas guiadas.
Sin duda la visita merece la pena. La Cova de l' Or es un yacimiento único, de gran importancia para comprender como se establecieron los primeros agricultores y ganaderos en la Península Ibérica. Además la caminata es un paseo por un paisaje hermoso y con unas vistas espectaculares. En este enlace te dejo el track de la caminata desde el aparcamiento hasta la misma cueva.