El parque natural de
la Sierra del Montgó es también un verdadero parque arqueológico
por los yacimientos arqueológicos que guarda y la importancia de los
mismos. En otro artículo de este blog ya se ha tratado del Alt de Benimaquía, poblado fortificado íbero donde se ha constatado una
de las primeras explotaciones vitivinícolas de la Península
Ibérica.
Otro de los
yacimientos arqueológicos imprescindibles para cualquier amante de
la arqueología es la Cueva del Agua, también denominada Cova de l´Aigua, en valenciano. La Cueva del Agua es
uno de los lugares más sugerentes que he visitado en mis rutas
arqueológicas en Alicante.
La gruta se encuentra en los rocosos paredones de la vertiente norte de la sierra del Montgó. A pesar de la apariencia casi inaccesible de la cavidad, no es difícil llegar a ella. Lo más fácil es acceder desde la ermita del Pare Pere. Primero avanzaremos por cómodas pistas forestales y posteriormente un sendero nos permitirá ascender por terreno más agreste hasta la boca de la cavidad. Hay, además, indicaciones sobre el terreno que nos señalan el camino.
Mapa y soporte gps de la ruta a la Cova de l´Aigua
Hay dos características que hacen muy interesante a este yacimiento arqueológico. La más importante es la inscripción romana que se encuentra cerca de la entrada de la cueva. La inscripción está protegida por un enrejado que permite que no se produzcan pintadas o agresiones a este hito patrimonial. De hecho vemos los restos de alguna pintada que algún descerebrado realizó antes de que se instalara la protección. De todas formas el enrejado permite ver perfectamente la inscripción.
La inscripción romana ocupa 54x72 cms. de pared rocosa y fue realizada en el año 238 d.C.,
en tiempos del emperador Maximino el Tracio (235-238 d.C.). Fue
realizada por un legionario romano llamado Lucio Alfio Donato. El
texto de la inscripción es el siguiente:
C(aius) Iul(ius)
Urbanus vet(eranus) / prin(ceps) vexil(lationis) leg(ionis) VII /
Gem(inae) P(iae) F(elicis) [[M[a]xim[i]n(ianae)]] [m]iss(us) / cum
suis a D[e]cio Va[l]er[i]a/no co(n)s(ulare) L(ucius) A[l]f[i]us
Do/natus optio f(aciendum) c(uravit)
La traducción
sería: Caio Iulio Urbano, veterano, jefe del destacamento de la
Legión VII Gemina Pía Félix Maximiana, enviado con los suyos por
el gobernador (de la Tarraconense) Decio Valeriano. Lucio Alfio
Donato se ocupó de que fuera hecho (este epígrafe).
Inscripción romana en la Cueva del Agua |
Caio Iulio pudo ser
el jefe del destacamento que se encargaba de controlar esta parte de la costa alicantina, incluyendo el suministro de agua que facilitaba la cueva. De hecho,
el nombre de Cova de l´Aigua se debe a la surgencia de agua que la
cavidad tiene en su interior.
La segunda
característica que hay que destacar es que, con anterioridad a la
llegada de los romanos, la Cueva del Agua fue una cueva-santuario
ibérica tal como acreditan algunas de las cerámicas que aquí se encontraron. Ya hemos visto en otras cuevas santuario de la provincia de
Alicante como el agua tuvo un papel fundamental en la
religiosidad de los íberos (Cueva de les Dones, Cova Pinta). Así
debió de ser también en la Cova de l´Aigua.
La Cueva del Agua
consta de dos cavidades. La entrada a la inferior se encuentra justo
al lado de la inscripción romana. Cuando accedí a la cavidad no me
costó imaginar a los legionarios de guardia en
este recogido refugio jugando a los dados o tomando el rancho.
Interior de la cavidad inferior de la Cova de l´Aigua. |
La cavidad principal
es la superior, si bien se encuentra más modificada por la mano del
hombre. Así , podemos ver los restos de un antiguo aljibe (s.XVII-XVIII). En época islámica y más recientemente se siguió
aprovechando el agua de la cueva. Hoy el aljibe está en desuso y sus paredes afeadas con inscripciones y pintadas modernas.
Si accedemos a lo más profundo de la cavidad todavía podremos ver el nacedero de agua. Aunque no son muchos metros los que separan al nacedero de la sala principal conviene ir provisto de linterna. El agua cristalina de este depósito natural seguro que era vista con otros ojos por el sacerdote o la sacerdotisa íbera que oficiaba los rituales sagrados en la cueva. Al fin y al cabo este agua nace del interior de la montaña, de la Madre Tierra. La cueva, simboliza el útero femenino, y el agua es la fuente de la vida. Es muy probable que en la Cueva del Agua se realizaran rituales de fecundidad.
Interior de la cueva. En la pared inscripciones modernas |
Si accedemos a lo más profundo de la cavidad todavía podremos ver el nacedero de agua. Aunque no son muchos metros los que separan al nacedero de la sala principal conviene ir provisto de linterna. El agua cristalina de este depósito natural seguro que era vista con otros ojos por el sacerdote o la sacerdotisa íbera que oficiaba los rituales sagrados en la cueva. Al fin y al cabo este agua nace del interior de la montaña, de la Madre Tierra. La cueva, simboliza el útero femenino, y el agua es la fuente de la vida. Es muy probable que en la Cueva del Agua se realizaran rituales de fecundidad.
Surgencia de agua de la Cueva de l´Aigua |
¿Hasta cuando la
Cueva del Agua fue un lugar sagrado? No lo sabremos nunca. Pero lo
cierto es que hasta hoy ha seguido siendo un lugar de atracción para el
ser humano. Hace siglos fueron los íberos y los romanos los que a este recóndito lugar acudían. Hoy son los senderistas, los turistas y los amantes de la historia.
No cabe duda de la
relación de la espiritualidad del hombre y la naturaleza,
especialmente en tiempos pasados. La Cueva del Agua es uno de esos
lugares en que esta relación de lo sagrado y lo natural se percibe.
Seguramente esta cavidad continuó siendo lugar de culto y peregrinación tras la romanización.
Inscripción de 1832 en una de las paredes de la Cueva del Agua |
Mientras
imaginamos a soldados romanos y a sacerdotisas íberas, también
podemos recrearnos con la espectacular panorámica de Denia que se
tiene desde la cueva.
El mar parece cercano desde aquí. Quizás Caio Iulio, el jefe del destacamento de la Legión VII Gemina, y Lucio Alfio Donato, el que grabó la inscripción, se convirtieron en asiduos visitantes del lugar. No sería de extrañar. Roca, agua, montaña, mar e historia. Todo se une para hacer de la Cueva del Agua un lugar muy especial.
Denia y su puerto desde el interior de la Cova de l´Aigua |
El mar parece cercano desde aquí. Quizás Caio Iulio, el jefe del destacamento de la Legión VII Gemina, y Lucio Alfio Donato, el que grabó la inscripción, se convirtieron en asiduos visitantes del lugar. No sería de extrañar. Roca, agua, montaña, mar e historia. Todo se une para hacer de la Cueva del Agua un lugar muy especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario